El hada buena

Entre trabajadores

(Diálogo)

José — ¿Adónde estuviste este verano?
Juan — En Mar del Plata. ¡Vieras cómo me divertí!
José — ¿Está cara la vida por allá?
Juan — ¡Bastante! Pero yo había ahorrado todo el aguinaldo y además, tenía mis vacaciones pagas.
José — ¡Qué bien! ¿Y encontraste amigos por la rambla?
Juan — Sí. Encontré a varios muchachos. Con Ruíz salíamos todos los días a pescar. Y a Pérez lo veía a menudo en la playa. ¡Qué felices días pasé allí!
José — Yo también conozco Mar del Plata, y cada vez que voy me gusta más. Es una hermosa ciudad.
Juan — Ahora es posible a todos conocería. Gracias a Perón tenemos buenos jornales, y podemos ahorrar durante el año, además.
José — Así es. Si Dios quiere volveré el año que viene. Y aún no gastaré todos mis ahorros.
Juan — Claro, no hay que gastar todo.

Teatro para todos

Los niños de la clase, han venido muy contentos a la escuela. ¿Saben por qué? Porque ayer fueron al teatro, con las entradas que recibieron.
Vieron bailar danzas argentinas por personas mayores, acompañadas de un conjunto nativo.
— Fue un hermoso espectáculo —contó Elisita a la maestra, que preguntaba cómo les había ido.
— Los telones eran preciosos —dijo Estela.
— Papá, que es tan aficionado al baile criollo, dijo que era excelente la presentación. Le agradó mucho el juego de luces en el escenario —continuó Gladys.
Y la maestra agregó:
— Ya ven, niños, hasta donde llega la Justicia Social. El Presidente Perón desea ver a su pueblo feliz y por eso también le facilita el medio de divertirse.
—Señorita, mi abuelita, que me acompañó, me dijo que no podrá olvidar el día de ayer —terminó Isabel.