Patria Justa

EL TESTAMENTO DE EVA PERÓN

Supo de la gloria, pero no quiso más laurel que el amor de su pueblo.
Se la nombró Jefa Espiritual de la Nación, y, a su muerte, se la proclamó Mártir del Trabajo.
Su Patria y muchas naciones del mundo le rindieron honores en vida. Su fallecimiento enlutó a los hundirles de la tierra.
Ella no quiso sino ser Evita, la Abanderada de los Trabajadores, consuelo y ayuda de los necesitados.
Su vida fue una lucha por el bien. Su testamento nos dice de la grandeza de su alma.
Todo lo dejó a su pueblo querido, para vivir en el recuerdo, como una llama que alumbra la libertad y la justicia.
Dispuso que todos sus bienes se emplearan en bien del pueblo, para socorrer la desgracia, para que puedan estudiar los hijos de los humilde, para que cada obrero tenga su casa propia.
La Fundación Evita cumplirá su voluntad.
Eva Perón fue del pueblo, y el pueblo guarda el recuerdo de su alma luminosa.